sábado, 26 de septiembre de 2009

Un viejo y sabio búho.

Por Delia Castillo.





Un viejo y sabio búho, se sentó en un roble, mientras más veía, menos hablaba y cuanto menos hablaba, más escuchaba… ¿Por qué no somos como ese viejo búho?

Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar. (Éxodo 4:12)

Las mandíbulas agitadas estropean los sentidos más importantes que son: el oído y la vista.

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